Un 19 de Diciembre de 1843, el británico Charles Dickens escribía una de sus obras más conocidas y que ha perdurado a través de los tiempos.
'A Christmas Carol' o Cuento de Navidad, es un relato de bondad y amabilidad que nunca deberíamos olvidar, y menos aún en Navidad. Un perfecto examen de conciencia, de volver a ver al niño que fuimos y conocer en qué punto la inocencia y la pureza se torcieron.
Todos tenemos algo de Ebenezer Scrooge, un personaje ruin y huraño al más puro estilo Grinch. Creo que a más de uno le vendría bien que viniera a verle es espíritu de las Navidades pasadas, presentes y futuras, no hay mejor manera de ver en qué nos convertimos con el paso de los años.
El Adviento es para nosotros un tiempo muy especial. Desde luego, también lo es la Navidad y por eso nos encanta ir descontando los días hasta que lleguen las fechas más esperadas del año.
En casa llevamos tiempo haciéndolo y nos encanta. Cada noche, después de la cena y antes de acostarnos, abrimos una ventanita del calendario de chocolate y un regalo con su mensaje correspondiente. Este año nos quedamos sin nuestro ansiado viaje en familia, y puede que hasta sin vacaciones, y por eso esta vez quería que esos 24 días del calendario fuesen más especiales que nunca.
Casi dos años, se dice pronto, de la última vez que escribía en este blog, que tantas veces he cuestionado (su nombre, sus cimientos, su sentido, su contenido...).
Dos años que han pasado en un abrir y cerrar de ojos, y ahora que los vuelvo a abrir, veo que han cambiado su forma de mirar. He visto como mi hija mayor se va convirtiendo en una preadolescente llena de bondad y la pequeña ha dejado de ser un bebé para acompañarla en sus primeros años escolares. He sentido la dulce mirada de quien me acompaña desde hace 25 años recorriendo juntos los vaivenes de la vida... pandemia incluida.
Y es que no quería retomar Pacto de Tres así, como si nada hubiera pasado desde que te enseñaba a hacer coronas navideñas con pompones... Todos sin excepción estamos viviendo tiempos convulsos que están marcando nuestras rutinas, nuestras relaciones y no quería pasar de puntillas por las lecciones que esta pandemia me está dando...
