jueves, 29 de octubre de 2020

Lecciones de pandemia

Casi dos años, se dice pronto, de la última vez que escribía en este blog, que tantas veces he cuestionado (su nombre, sus cimientos, su sentido, su contenido...).

Dos años que han pasado en un abrir y cerrar de ojos, y ahora que los vuelvo a abrir, veo que han cambiado su forma de mirar. He visto como mi hija mayor se va convirtiendo en una preadolescente llena de bondad y la pequeña ha dejado de ser un bebé para acompañarla en sus primeros años escolares. He sentido la dulce mirada de quien me acompaña desde hace 25 años recorriendo juntos los vaivenes de la vida... pandemia incluida.

Y es que no quería retomar Pacto de Tres así, como si nada hubiera pasado desde que te enseñaba a hacer coronas navideñas con pompones... Todos sin excepción estamos viviendo tiempos convulsos que están marcando nuestras rutinas, nuestras relaciones y no quería pasar de puntillas por las lecciones que esta pandemia me está dando...

De cómo, gráficamente, vencí al coronavirus
1. Que no insista en planificar cada asunto, cada aspecto, cada momento. A los días les basta su afán y, aunque no renuncio a perder la ilusión de imaginar y perseguir un futuro soñado, está visto que los planes, también la vida, se puede truncar. Y el curso escolar hubo que improvisarlo, igual que la forma de trabajar, el puente en La Rioja se vino abajo, y las 'navidades rurales', y la visita al Altar de Muertos de este fin de semana cuyas entradas tanto nos costaron conseguir...

2. Que los niños son un ejemplo de disciplina y, lejos de ser el problema y vector de transmisión, han demostrado la perseverancia que a los adultos nos falta. Precisamente su inocencia es la que debemos proteger, y Oscar y yo hemos tratado que en los momentos más duros de la primera ola, el confinamiento en casa fuese divertido, recordando a Roberto Benigni en "La Vida es Bella".


3. Que tenemos muy poca memoria, y cuando pensamos que la pandemia nos haría mejores porque la gente dio lo mejor de sí misma, el desconfinamiento fue borrando lo aprendido. Los que nos aplaudían desde el balcón ahora nos insultan desde la puerta... ¡qué delebles son los sentimientos humanos!

4. Que la formación es muy importante y hay que saber mucho de lo tuyo, y un poco de todo lo demás. Mi aislamiento sirvió para estudiar, mucho, cada protocolo, cada anexo, cada resumen. Y hacerme esquemas e intentar tener mis conocimientos bajo control, ya que sobre el resto poco control teníamos. Ahora tengo una pila de cursos, charlas, tutoriales sobre los que ahondar, tanto lúdicos como profesionales o de crecimiento personal.

5. Que no hay tiempo que perder, así que no pospongas ese libro que quieres leer, la peli que algún día verás, lo que siempre quisiste aprender, las palabras que no dijiste a quién querías, los abrazos que aplazaste... El momento es ahora, no lo demores más.

Tanto me pensé si volver, que malgasté el tiempo pensando. Así que ahora estoy de nuevo por aquí, con ganas de compartir lo que vaya surgiendo, sin prisas, sin palabras que guardar para otra ocasión, ¿me acompañas? Y ahora cuéntame, ¿qué has aprendido tú en estos últimos meses?

2 comentarios:

  1. Han sido meses raros y nos quedan todavía muchos por delante, que es lo peor porque los ánimos cada vez aguantan menos.

    De esta pandemia he aprendido mucho, cosas que ya sabía aunque estuvieran olvidadas, a valorar la bendita rutina y a echar de menos cosas que nunca pensé que iba a echar.

    Pero también se ha llenado de decepciones... Con la sociedad y con la humanidad, y fijate que sigo creyendo que los buenos somos más... He descubierto que el miedo es libre, que mucho puede llegar a la locura y que poco puede cargarse una vida. Y que nuestro querido egoísmo en muchas ocasiones hace que la vida gire en torno a él, este si que me ha sorprendido y me ha hecho ver cosas que nunca hubiera imaginado...

    Pero aquí seguimos, intentando que esto pase, cuidando a quien mas queremos, al resto de pacientes y gente con la que nos cruzamos... Y ojalá ojalá ojalá que en algun momento empecemos a ganar nosotros...

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    Respuestas
    1. Ay Laura... qué razón tienes... bendita rutina. A mi nunca me sentaron tan bien los fines de semana aunque fuera para no hacer nada... Comparto contigo tus decepciones y creo que el miedo es un motor muy peligroso.
      Un beso muy grande y mucho ánimo, para que aguante en pie por lo que pueda pasar...

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