jueves, 22 de marzo de 2018

Guadamur y su tesoro escondido

Guadamur

Uno de esos pueblecitos que no sabes que existen y sorprenden por su belleza y por la cantidad de cosas que ver es Guadamur.

Este pueblo toledano se encuentra a 92 km de Madrid y a tan solo 13 de Toledo. Sin embargo, a pesar de su escasa superficie, alberga un precioso castillo que encerró a una princesa, un tesoro escondido que ahora habita en una escuela y una ermita mudéjar a la que la tradición atribuye una remota aparición milagrosa. Si esto lo aderezamos con un lugar muy recomendable donde comer, creo que ya no hay razón para posponer una visita a este municipio manchego.

La primera parada obligada es el Castillo de Guadamur, de inspiración italiana y construido en dos fases (1470 y 1520) por orden del conde de Fuensalida sobre una fortaleza musulmana. A lo largo de su historia ha sido saqueado e incendiado en varias ocasiones (durante la Guerra de la Independencia y las guerras carlistas) y ha sido testigo de numerosos acontecimientos de índole militar. Actualmente es de propiedad privada por lo que tiene restringidas sus visitas a 3 días a la semana (lunes, martes y miércoles de 9 a 14 previa reserva). Muchos personajes ilustres habitaron tras sus paredes: Pedro I el Cruel, Felipe el Hermoso y Juana la Loca, el Cardenal Cisneros, el emperador Carlos V y la princesa de Éboli (encerrada allí tras el asesinato de su amante Escobedo por orden del rey D. Juan de Austria).

Castillo de Guadamur

De allí, a pocos metros, se encuentra la Ermita de Nuestra Señora de la Natividad que cuenta con un precioso icono del siglo XV de Santa Ana con la Virgen niña en brazos. De su ábside cuelgan coronas visigodas, reproducciones del tesoro.

Ermita de Nuestra Señora de la Natividad (Guadamur)

De obligada visita es el Tesoro de Guarrazar, por el valor histórico de las piezas y por la interesante historia casi detectivesca que encierra su hallazgo. Las joyas bizantinas que lo componen fueron escondidas en unas huertas por clérigos visigodos para evitar su expolio en manos musulmanas y descubiertas casi mil años por vecinos del pueblo que trataron de venderlo a pedazos a orfebres toledanos. La intrigante trama de cómo salió a la luz te recomiendo leerla aquí, y contarla a los más pequeños como si de un cuento se tratase. El oro de las cruces, cálices y coronas decorado con 243 zafiros, 14 esmeraldas, 21 amatistas, 169 perlas y 154 piezas de nácar, se reparte entre el Museo Arqueológico de Madrid, el Palacio Real y el Museo de Cluny.

Tesoro de Guarrazar (Guadamur)

Si se os echa la hora de comer encima no te preocupes, en el mismo pueblo hay un pequeño restaurante de comida casera que hará las delicias de los paladares hambrientos. Se llama restaurante Casablanca y comer de menú es la mejor de las opciones. Las carnes, las verduras en tempura, la hogaza de pan en forma de flor y las torrijas si es que vais en Semana Santa bien vale el alto en el camino.

Restaurante Casablanca (Guadamur)

Restaurante Casablanca (Guadamur)

Así que ya sabes, si decides hacer una escapada manchega de fin de semana, anota este destino que no te dejará indiferente.

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