Y febrero, el mes más corto del año, se me hizo eterno...
Un mes con un "cumpleaños malo", que dice Enma, el de la muerte de Ziro, que no hay día que no echemos de menos. Ya un año sin él...
Febrero ha venido cargado de comidas y cenas con amigos, familia y compañeros de trabajo, ¡hay que ver lo que nos gusta comer! También de tardes en el teatro y mañanas en la nieve.
No ha faltado, este año con retraso, nuestro encuentro anual con la pandilla para el "enemigo invisible" y decir que este año los regalos eran bastante decentes (excepto un cuadro dorado con mariposas imantadas a unas chinchetas y una 'preciosa' barbie vestida de novia con un traje hecho a base de churritos de papel higiénico...).
Febrero de carnaval, de catarro y de un firme propósito de renovar vestuario y jubilar algunos jerséis que ¡ya tenían bolas! siguiendo los sabios consejos de Andrea y su reto por un armario bonito.
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