Chema Madoz, la fotografía ingeniosa

La Galería Elvira González acoge en sus salas hasta el 14 de marzo (y vamos muy justos), una muestra de la fotografía de Chema Madoz.
Hace ya muchos años que admiro a este fotógrafo madrileño al que conocía a través de las redes sociales, y cuya obra ha sido tantas veces compartida por los numerosos seguidores que posee.
Y la verdad es que no es para menos.

Con sus fotografías, todas ellas en blanco y negro, no sólo se limita a plasmar la realidad, sino que da un giro interpretando lo que a simple vista crees ver. Me llama mucho la atención cómo superpone objetos y cómo en casi todas sus obras integra 2 elementos diferentes pero complementarios que cambian la connotación y le dan un nuevo sentido a la fotografía, diferente y original.

Sus obras carecen de título, posiblemente evitando etiquetas y dejando al espectador la total libertad para darle su propio significado, un genio de la fotografía interpretativa donde nada es lo que parece.

Amante del blanco y negro, como opuestos de ese ying y yang que suponen sus fotografías. Constructor de sus propias composiciones, él mismo ha declarado tener pocas en formato digital. Así que se calza el mono de trabajo y, cual artesano con cincel en mano, crea la estructura que después fotografiará.

La exposición nos ha encantado, Chema Madoz nunca defrauda, y además es perfecta para ir con niños. No hace falta ir con muchas ideas para entretenerlos, simplemente con decirles que te digan que dos objetos ven en los cuadros y qué creen que es lo que está pasando ya da mucho juego. Apenas quedan 5 días para poder verla, ¿te lo vas a perder?