#52shermanas, ella y yo

Con este hashtag propuesto por Bea de Con botas de agua, Instagram se ha llenado de fotos de momentos especiales entre hermanos, las 52 semanas del año (52 semanas + hermanas + share).

Enma (aún) no tiene hermanos y puede que no entienda lo bonita y sana que es esa relación, que considero imprescindible durante la infancia y adolescencia.

Más allá de aprender a compartir y de saber que el amor de padres tiene cabida por igual entre todos, a un hermano puedes pegarle lametazos como con nadie lo harías, puedes enfadarte y pelear y acabar aliados contra tu madre cuando intenta mediar y poner paz, puedes pasarlo genial haciendo el ridículo, puedes perdonarlo todo... He visto a hermanos dejar de hablarse y se me parte el corazón.

Yo sí tengo una hermana, muy distinta a mí.

De pequeñas nos gustaba jugar con cosas diferentes, pero por la noche nos daban las tantas hablando.

Nunca hemos salido con los mismos amigos pero nos encanta preguntar e interesarnos por nuestras respectivas amistades.

Ella de letras y yo de ciencias, ella tranquila y yo culo inquieto, ella reservada y yo contándolo todo.

Hubo un tiempo en que le dio por dormir con la ventana y persiana abierta y a mí con la radio. Yo no soportaba sus manías ni ella las mías, pero ¡cúanto las eché de menos cuando se independizó!.

Teníamos licencia para decirnos las mayores barbaridades, pero que nadie se metiese con ella...

Por las mañanas yo hablaba sin parar y ella no articulaba palabra, y nos reíamos la una de la otra: yo hiperactiva y ella tardando media hora en ponerse un calcetín.

Gracias a ella estudié la Guerra de Sucesión Española como si fuese un cuento y no la olvidaré jamás.

Nos reíamos sin parar en misa cantando 'hombres huevos' y nos encubríamos los fines de semana cuando nuestros padres empezaron a dejarnos solas. ¡Y cuando tratábamos de adivinar desde la cama lo que traían los Reyes Magos sólo por el ruido que hacían!

Sólo pensando en la ilusión que le haría, invertí 3 semanas en grabarle una cinta con mensajes de sus amigos y de toda la familia para enviársela a Irlanda.

Puede que pasen semanas sin saber la una de la otra, pero cuando nos vemos es como si no hubiese pasado ni un día.

A veces me saca de quicio y otras la comería a besos.

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Hoy es tu cumpleaños y quiero recordarte porque a pesar de lo cerca que vivimos hoy no te veré. Sirva ésto de regalo 2.0 en tu día, junto a mis mejores deseos. Con la certeza de que lo celebraremos mañana, tendrás un regalo menos virtual y seguiremos creando momentos tan inolvidables.

Felicidades, Ana.