lunes, 24 de agosto de 2015

Mi verano gallego

Mi verano gallego 2015

Yo nunca tuve pueblo. Durante mis años de colegio, escuchaba a mis amigas hablar de sus amigos del pueblo, de su familia del pueblo, de las fiestas del pueblo, de las travesuras del pueblo, de los amores del pueblo... y las envidiaba.

Con ojos de adulta me di cuenta de que no tener ese pueblito bueno donde veranear y donde surgen las historias más alucinantes no era tan malo. Mientras, yo recorría el litoral español con mis padres en una caravana y conocía mil sitios maravillosos en los que no estábamos el suficiente tiempo como para tener amigos, travesuras ni amores.

Sí tuve una tía abuela gallega. Bueno, tengo más familia gallega, pero no que haya marcado tanto mi vida... pero de ella ya te hablaré en otro momento...
A veces hacíamos un parón entre tanto viaje sobre ruedas e íbamos a visitarla. Y dormíamos en su casa, un bajo en un humilde barrio ferrolano a pie de calle donde no había vecino que no pasara sin saludar, tocar a la ventana, acudir a la sesión de telenovela vespertina o colarse en su salón, entonces superpoblado con algún pretexto. Y yo jugaba en la calle, cuidaba con 12 años al hijo del carnicero de 4, acompañaba a mi madre a la plaza (que no al mercado) y comía pipas en las escaleras del ayuntamiento en la Plaza de Armas.

Mercado de Ferrol
Mercado de Ferrol

A día de hoy se me encoge el corazón cuando vuelvo a Esteiro, ese humilde barrio de astilleros. De ver esas bellas casas de piedra con sus galerías precintadas por riesgo de derrumbe, de ver ese bajo tapiado con solo mirar por la ventana de casa de mis padres... y me cuesta muchísimo explicar a Enma que esas calles decadentes encierran años de historia que yo misma he presenciado.

Casa de Carmuchita

Aunque la pena me embarga y seguimos sin tener ese pueblo que ella herede, tratamos de que Enma se enamore de una ciudad gris llena de grúas pero que a mi me tiene conquistada.
Y la llevamos a conocer el castillo de San Felipe y a que pruebe los mariscos de la ría. Y viajamos a la mágica Betanzos para perdernos por el Pasatiempos.

Pasatiempos de Betanzos
Pasatiempos de Betanzos

Y visitamos las mejores playas que mis pies han pisado jamás.
Y hacemos excursiones familiares campo a través para merendar junto a un acantilado mirando el mar, volar una cometa o devorarnos las moras cogiéndolas directamente de las zarzas.

Excursión a la Louxeira

Excursión a la Louxeira

Excursión a la Louxeira

Y paseamos por lugares con encanto como Cedeira o Mugardos, para disfrutar nosotros y enseñar a Enma la tierra que me vio crecer.

Cedeira
Cedeira

Mugardos
Mugardos

En vacaciones siempre buscamos visitar lugares nuevos pero este año quisimos volver a las raíces durante al menos durante una semana. Espero pronto poder elaborar un recorrido por las rías altas con sitios que no puedes perderte y recomendaciones donde comer las mejores viandas.
Galicia es tan acogedora que adopta a huérfanos de pueblo como nosotros. ¿Tú tienes?

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