El Columpio, un restaurante de moda

¿Os habéis preguntado alguna vez qué es lo que hace que un restaurante esté de moda?
¿Es el lugar donde lo ubicas? ¿Tener algo que lo distinga del resto y que lo haga único? ¿Es tener contactos en blogs y webs de ocio que hablen de tu local? ¿tal vez un buen "community manager" que lo posicione en redes sociales?

El Columpio (calle Caracas 10) es uno de esos restaurantes de moda en Madrid, al menos yo tuve que reservar una semana antes y por poco no conseguimos mesa.
Cuenta con una decoración cuidada con aire fresco y estilo mediterráneo, separado por varios ambientes.

Una primera zona de restobar con una mesa alta frente a la barra y alguna mesa donde poder tomar algo. Con aperos de labranza, una báscula, sillas de pupitre, alacenas y tonos turquesas que, junto a las vigas de madera y la lavanda, dan un toque rústico a la sala. Por supuesto, no puede faltar el luminoso con el nombre del local que nos recuerda que es primo hermano de Le Cocó, en Chueca (ambos regentados por Esteban Arnáiz).

Un pasillo de espejos en el que están expuestas las tartas, conduce al comedor principal. Este espacio cuenta con una decoración más industrial, con barras de encofrado frente al ladrillo visto pintado en blanco y cables de instalación eléctrica al descubierto. Sin duda algo más desenfadado donde se mezclan sillas de diferentes colores con sillones tapizados en terciopelo de colores, espejos de marcos dorados y lámparas retro esencia años 20.

Existe una última zona al fondo, de banco corrido y mesas tijera que da a un ventanal en la misma gama de pastel. Un ambiente más chill donde degustar alguno de los cócteles que también ofrecen en su carta.

¿Mi opinión? El sitio es bonito, muy bonito. Aunque es justo decir que esta estética "pinterest" últimamente se repite demasiado en los garitos madrileños. Mucho ruido en el comedor principal que hacía que las conversaciones en la mesa fueran casi imposibles. La carta normalita y la comida sin nada que destacar, servida previo aperitivo de un tonel de 5 kg de mantequilla que viaja de mesa en mesa. Nosotros pedimos los raviolis de gamba (muy ricos, la verdad) y los tentáculos de calamar (duros). La hamburguesa, las mollejas y las alubias aceptables, el corte del lomo de buey con demasiado nervio y la sopa castellana con demasiado pan... ¿Repetiría? Pues aunque le doy un aprobado raspado, creo que es de esos sitios que merecen una segunda oportunidad y volver sin tantas expectativas como las que llevábamos.

¿Vosotros habéis estado? ¿qué opinión tenéis al respecto?