Carola es una princesa no de cuento, sino de videojuego. Vive encerrada en una torre porque así lo ha querido Malu Morada (de esto, mucho) y espera a que la salve Super Chichón, que haciendo honor a su nombre, siempre fracasa en el intento. Eso es lo que sucede en una pantalla gigante mientras fuera, el ratón Antón, maneja los mandos de la consola.
Pero pronto realidad y ficción se funden en la obra y Carola escapa del mundo virtual, y por tanto de su prisión, de la malvada bruja y de un futuro nada atractivo junto a un superhéroe que quiere rescatarla para jurarle amor eterno.
Carola descubre lo maravilloso de ser libre, de vivir en 3 dimensiones y el sabor del chocolate, y no quiere volver a ser parte de un dibujo animado. Pero para eso, necesita la ayuda de Antón, del reloj Segundín y de todos los niños presentes en la sala.
Parece mentira que 'El Alucinante Viaje de Carola' lleve ya casi 3 años siendo la protagonista de las tardes del fin de semana en La Escalera de Jacob, un pequeño garito (no tanto, os sorprenderíais) que da cabida a dos hermosas salas con gradas donde sentarse.
Y no me extraña, porque conjuga perfectamente la escena con sus personajes que se acercan, te invitan a cantar y que interrelacionan con el público, con una parte de dibujos animados en esa gran pantalla que hace de consola. Entran y salen de ella de manera espectacular, con una sincronización bárbara.
La obra dura unos 60 minutos, que no se hacen nada pesados, y está recomendada para niños de entre 3 y 10 años. A Enma, que tiene 3 y medio le encantó y no perdió ripio en un solo momento. Divertida y original, lo pasamos en grande. Estará en cartel hasta el 30 de noviembre, así que no os la perdáis que queda muy muy poco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja aquí tu comentario