Las alcachofas son de esas verduras bonitas que de pequeña te encantan para hacer de micrófono pero no para comer. Con los años, afortunadamente para mi madre entonces (experta en alcachofas encebolladas), para mí después y para mi hija ahora, mi afición a estas verduras que en mi infancia detestaba ha ido 'in crescendo' y actualmente es uno de mis platos que si lo tienen en un restaurante, seguro que lo pido (las mejores las he probado en El Pimiento Verde y en la Arrocería de María).
Mi sorpresa ha sido que Enma ha descubierto también este nuevo sabor y nos encanta probarla de diferentes fomas.
Siéndoos sincera, no es algo que suela hacer muy a menudo en casa y hasta ahora siempre suelo echar mano de las de bote que salteo con ajo y taquitos de jamón... hasta hoy, que me he atrevido con esta receta para dar carpetazo final a las de conserva.
INGREDIENTES:
- Alcachofas (calculad 3 por persona aproximadamente)
- Sal en escamas
- Cebollas (con 2 es suficiente)
- Seis cucharadas de miel
- En una olla con abundante agua cuece las alcachofas enteras y lavadas durante aproximadamente 30 minutos. Para saber si ya están, pincha con un cuchillo (yo suelo utilizar un pincho moruno).
- Mientras, ve preparando la cebolla. Yo suelo laminarla y dorarla en una sartén con un (muy) poco de aceite. Cuando esté doradita añade las cucharadas de miel y dejar hacer a fuego medio hasta que tome consistencia y color a caramelo. Reserva.
- Deja que las alcachofas se templen escurriéndolas boca abajo sobre un papel para que suelten el exceso de agua.
- Quita las hojas duras de fuera y corta el tercio superior de cada alcachofa (por el color se ve perfectamente por dónde) y córtalas por la mitad a lo largo.
- Pon al fuego una plancha o sartén grande con unas gotas de aceite y tuesta las alchachofas con la zona del corte apoyada sobre la sartén.
- Sirve con un chorrito de aceite y escamas de sal acompañadas de la cebolla caramelizada a un lado (o encima, como prefieras)
Recomendaciones para este plato:
1) Se pueden cocinar al vapor en lugar de cocerlas para que mantengan mejor sus propiedades. No sé deciros cuánto tiempo, pero id pinchándolas para comprobarlo.
2) Si decides cocerlas, reserva el agua de cocción de las alcachofas para hacer una sopa rica, sana y diurética con verduras cortadas en juliana.
3) Para caramelizar la cebolla hay quién utiliza azúcar. Yo he probado con azúcar blanca, moreno y miel y cómo mejor creo que quedan es con la miel. Pero para gustos...
Madre mía...que buena pinta!
ResponderEliminarLa lástima es que a mi marido ni le gustan las alcachofas, ni la miel, ni la cebolla...y montar todo el lío para mi sola :(((((
A ver si cuando el peque crezca hacemos un dos contra uno y conseguimos que papi coma algo de verdura.
Besos!
¿Pero no come nada de verdura o es cuestión de alcachofas? Aprovecha para hacértelas aunque sea para ti, lo de la cebolla caramelizada es una tontada para acompañar porque ya solo la alcachofa cocida y luego tostadas por la plancha es un manjar. Haz piña con tu peque cuando crezca y que se vea acorralado!!
EliminarSolo come de verdura champiñones y tomate, y fin! Sinceramente...no sé como vive, a mí que me encanta la verdura. Haré piña con mi peque..si me deja, porque a él para empezar tampoco le gusta el tomate...estos hombres :((((
ResponderEliminarSolo puedo decirte una cosa... ánimo y aprovecha cuando estés sola a comerlas
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