martes, 30 de diciembre de 2014

Cinco minutos antes de la cuenta atrás

Parafraseando esta canción de Mecano nos andamos la mayoría de los españoles a estas alturas del año. Unos con pena de que se acabe, otros deseándolo porque no deja buenos recuerdos, pero todos con la ilusión y las ganas de que el 2015 sea mejor que el que dejamos atrás...

Comencé el año con las uvas que daban el pistoletazo de salida hacia el 2014 (el año anterior no pudimos por una "urgencia sanitaria") y esta vez fue la primera que Enma nos acompañó, con bastante poco éxito entre arcadas y esa uva-chicle que duró de la primera a la última campanada...
  • Enero trajo de la mano cumpleaños importantes y la certeza de que para bien y para mal nos vamos haciendo mayores.
  • Febrero nos arrancó a Ziro de las manos y la casa se nos quedó vacía.
  • En marzo ventoso cumplí años con gastroenteritis de regalo. Menos mal que ya estaba buena para la celebración familiar en mi "rincón" favorito.
  • Abril y nuestra Semana Santa alcarreña, los planes chulis, conocer Faunia...
  • En mayo floreció este blog y añadió un quebradero de cabeza a mi desorganizada rutina, aún así estoy feliz por ello y me gusta verlo crecer y madurar cada semana.
  • Llegó junio y nuestras primeras escapadas pre veraniegas, descubrimos cosas nuevas juntos, dijimos adiós a la guardería...
  • El calor de julio nos llevó a la costa dorada de Cambrils. ¡Qué bien lo pasamos! Allí inauguramos la temporada de playa, aunque ya veníamos bastante remojados de tanta piscina.
  • Huelva nos recibió en agosto, y disfrutamos de unos bonitos días con amigos. Regresamos a un Madrid casi desierto donde las exposiciones quedaban para nosotros solos.
  • Septiembre nos metió mariposas en el estómago por empezar el cole de mayores y fue un reto que superamos sin apenas dificultad, yo estrené nuevo horario que me permitió una mejor conciliación familiar - laboral (y cruzo los dedos para que no perdamos este "privilegio"). Pero casi a punto de terminar el mes, el corazón se vistió de negro de nuevo para despedir al tío Antonio.
  • En octubre ¡no paramos!: comimos de lujo, retrocedimos en el tiempo, fuimos de teatro en teatro y temblamos de miedo mientras nos partíamos de risa...
  • Pero noviembre no se quedó atrás. Inauguramos ferias y descubrimos el paraíso de los libros, mientras un clima espectacular para esas fechas nos acompañaba en nuestros planes callejeros.

A punto de acabar diciembre, el mes de la magia navideña, hoy hago balance de lo bueno y malo que trajo y dejó el 2014. Os deseo lo mejor en este nuevo año que comienza y espero que sigamos compartiendo momentos alegres y buenas noticias.
Feliz 2015
 ¿Y cuál es tu balance del año que terminamos? ¿Ha sido un año para marcar en el calendario o mejor dejar que pase sin pena ni gloria?

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