Celebrando el Good Mood por todo lo alto

Cuando un proyecto tan interesante y que lleva gestándose varios meses por fin toma forma, la sensación que deja es bastante singular. Podría contarte que es parecido a un volcán en plena erupción. Sólo si estás dentro sabes lo que se cuece antes, pero nunca puedes imaginar qué efectos colaterales puede tener esa emisión de lava, ni a dónde puede llegar la emoción que ya sentías dentro los días previos. La emoción y el orgullo de pertenecer a esta locura compartida con otras 26 mujeres como yo, que a pesar del tiempo que le llevan sus otros quehaceres, deciden decidimos lanzarnos a una nueva aventura.

Independientemente de la repercusión del lanzamiento de la revista, de la que ya te hablé el otro día, hoy prefiero dedicar este post a las piezas clave de este puzle con las que me fui a festejarlo: las #goodmooders.

No te voy a negar que los últimos días andábamos nerviosas por algún problemilla técnico que retrasó el lanzamiento de Good Mood. Por eso, cuando por fin anunciamos su nacimiento, esos nervios contenidos mezclados con la alegría del momento propició unas ganas inmensas de celebrarlo.

Bea, de Pepa y su Maleta, organizó el evento como pocos saben hacerlo y nos emplazó a todas en The Traveller (San Andrés 32, Madrid). Lamentablemente no todas vivimos cerca así que solo asistimos 14. BeaChan, nuestra 'gastroartista' de Foodie and Chef, nos recibió con unas galletas de cacahuete personalizadas que estaban riquísimas.

Y allí nos juntamos casi la mitad de este equipazo, poniendo cara y voz a algunas íntimas del 2.0 pero que no reconocerías si te cruzas con ellas por la calle. Comimos, charlamos, proyectamos, evaluamos y nos reímos.

Brindamos por la idea de Mary Galou, por el diseño de Carula, por las jefas de sección que tan bien las lideraron y por el equipo de redactoras que cada una con su estilo dio un aire tan fresco y ameno a la revista. Pero no brindamos con champán, nooooo. Lo hicimos con vodkatonics que para algo somos creativas e innovadoras, jejeje.

En The Traveller nos ofrecieron una masterclass y cata de vodkatonics que acompañaron la maravillosa tarta (que preparó BeaChan) en color mandarina corporativo que hizo nuestras delicias y apareció en muchos de nuestros posados fotográficos.

Y sí, como era de esperar, no hay fiesta que se precie sin el photocall de rigor, esta vez preparado con cariño por María de Sonrisas de Papel, con la profesionalidad de Silvia de Manopla Studio detrás de la cámara y la Instax mini de Laura gracias a la cual pudimos verlas en papel en un abrir y cerrar de ojos.
Cuando tienes atrezo y la timidez se camufla bajo unas gafas es más fácil hacer el indio, y si además enchufan el ventilador mejor que mejor para hacer lo propio melena al viento.

 

La fiesta continuó en un bar cercano, hablando de cosas más terrenales que no reproduciré por aquí pero que unió más a las #goodmooders. A las que no pudisteis venir os echamos de menos aunque os sintiéramos cerca comentando nuestras publicaciones en redes sociales. A veces hace falta taaan poco para que las distancias se acorten...
Y ahora sí, te dejo con la foto de equipo, de ese medio que pudo estar pero que no sería nada sin su otra mitad.

Un poquito de 'good mood' arregla un mal día, ¿te animas a comprobarlo?

p.d. No te pierdas el reportaje de Manopla Studio, y alucina con sus fotos.