Nos vamos a Malakids!!!

A puntito de no poder ir por dificultades varias (noches de virus, mañanas de funeral y tardes de lluvia... básicamente), pero al final pudimos sacar un rato de la tarde del sábado y otro la mañana del domingo para acercarnos a Malasaña.

Este fin de semana ha tenido lugar el festival urbano para familias Malakids, organizado por Kideoo (web de planes no convencionales para padres y niños), el periódico del barrio (Somos Malasaña) y el ayuntamiento de Madrid (fundamentalmente la junta de distrito en colaboración con asociaciones vecinales y de comerciantes).

La primera edición de este multitudinario festival tuvo lugar en marzo de este mismo año, y dado el éxito, lo han reorganizado a los 6 meses con más actividades (100 diferentes) y escenarios (se han sumado el Centro Cultural Conde Duque y la planta baja de LASEDE del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM), que ha albergado un 'market' con marcas y proyectos que habitualmente no cuentan con espacio físico en Malasaña).

A pesar de que a mediados de semana ya apenas quedaban plazas libres para apuntarse, conseguimos reservar para un cuentacuentos y un taller de juegos de recreo al aire libre que organizó la juguetería Zig Zag. Ha sido el gran descubrimiento. Además de ser preciosa por dentro y tener un montón de juguetes educativos, organizan muchos talleres y cursos... vamos, que ya nos la hemos apuntado para los días de invierno. Naomi, un encanto y además amiga de una compañera de la residencia de medicina (¡qué casualidad reencontrarnos allí!). Jugamos al balón prisionero, a los bolos, al juego del pañuelo, a la rayuela (a Enma le encantó eso de saltar a la pata coja 'a su manera').

El domingo no quisimos perdernos el concierto de Petit Pop y sus pegadizas canciones (os pongo el enlace con su disco para los que tengáis cuenta en Spotify). Estuvimos brujuleando por las calles del barrio y disfrutando del ambiente, lleno de familias.

Y eso ha sido todo por esta edición. Esperamos que llegue pronto la siguiente (y no tengamos tantos imprevistos) y más barrios se adhieran a esta estupenda iniciativa que llena las calles de niños, ocio y como no, también negocio.