Ser alérgico a la leche significa que tu cuerpo ha desarrollado un proceso inmunológico frente a las proteínas de la leche de vaca (lactoalbúmina y caseína fundamentalmente), de forma que trata de reaccionar frente a ellas como si de algo extraño se tratara. Se activan los anticuerpos, las inmunoglobulinas y demás mediadores, poniendo en marcha una respuesta compleja. De esta forma, bien el contacto con la leche como su ingesta, unido a una susceptibilidad individual, hace que se manifieste con unos síntomas que van desde la levedad (picor, dermatitis, urticaria...) hasta la gravedad (dificultad respiratoria, hinchazón...) pudiendo desembocar en shock anafiláctico y muerte.
Os preguntaréis porqué empiezo con esta clase de alergología.
Soy médico, madre de una niña alérgica y empeñada en una alimentación equilibrada y variada, pero su alergia pone freno a mi libertad en la cocina. Hay que tener cuidado en transformar las recetas, sustituir ingredientes y evitar la contaminación cruzada (por ej. cortar queso en una tabla y luego preparar algún alimento para ella pudiendo quedar restos lácteos en ella).
Soy médico, madre de una niña alérgica y empeñada en una alimentación equilibrada y variada, pero su alergia pone freno a mi libertad en la cocina. Hay que tener cuidado en transformar las recetas, sustituir ingredientes y evitar la contaminación cruzada (por ej. cortar queso en una tabla y luego preparar algún alimento para ella pudiendo quedar restos lácteos en ella).
Si os digo la verdad ya me he acostumbrado a hacer la compra en varios supermercados: el paté en Eroski, magdalenas en Ahorra Más, embutido en Carrefour, croissants y helados en Mercadona, donuts en La Despensa... También a leer siempre la letra diminuta del etiquetado, a ir cargada a todas partes con cosas aptas y tener recursos suficientes para ofrecerle cuando los demás comen algo apetecible para ella, a preguntar y contar cien veces la misma historia en cada restaurante, a llevar la adrenalina a cuestas, a no tener mantequilla ni nata en casa, a preocuparme de que nadie le dé nada de comer en los parques.
No me he acostumbrado, sin embargo, a esa falta de formación entre la gente y más entre algunos profesionales hosteleros, que confunden alergia a la leche (a sus proteínas) con intolerancia a la lactosa. Muchos son los que me dicen: "puede tomarlo, no tiene lactosa". No culpo a la gente por su desconocimiento sobre el asunto (sí al personal de hostelería que han debido formarse adecuadamente para poder ejercer esa profesión), por eso creo que es un "pequeño" detalle que conviene aclarar:
- Intolerancia a lactosa (azúcar) - respuesta no inmunológica - manifestaciones digestivas (habitualmente) - no te mueres en caso de ingesta accidental.
- Alergia a proteínas de leche - respuesta inmunológica - manifestaciones cutáneas, respiratorias y en casos graves de la circulación general y fallo de órganos internos - puedes morirte en caso de ingestión accidental.
Seamos cautos porque, literalmente, nos va la vida en ello.
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